El siguiente soneto es de Cervantes. Al túmulo del Rey Felipe II en Sevilla
"Voto a Dios que me espanta esta grandeza
y que diera un doblón por describilla;
porque ¿a quién no sorprende y maravilla
esta máquina insigne, esta riqueza?
Por Jesucristo vivo, cada pieza
vale más de un millón, y que es mancilla
que esto no dure un siglo, ¡oh gran Sevilla!,
Roma triunfante en ánimo y nobleza.
Apostaré que el ánima del muerto
por gozar este sitio hoy ha dejado
la gloria donde vive eternamente."
Esto oyó un valentón, y dijo: "Es cierto
cuanto dice voacé, señor soldado.
Y el que dijere lo contrario, miente."
Y luego, incontinente,
caló el chapeo, requirió la espada,
miró al soslayo, fuese, y no hubo nada.
La pregunta es porqé representarse a sí mismo como personaje y mirarse desde fuera, y por qué enmarcar su propia voz en la voz de... ¿el soneto?
Cervantes siempre tan cervantino.
2 comentarios:
Y lo mejor es que Cervantes siempre parece tan sencillo...
Qué nerd eres.
dios.. pffff
cual puto dios?
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