jueves, 12 de marzo de 2009

¿será?

"Girard sostiene que lo que nos motiva en la elección
del objeto del deseo no son tanto las virtudes de éste como el prestigio que
posee al ser deseado, a su vez, por otra persona. Así, el deseo se configura
a través de un tercero. Deseamos porque otro desea lo mismo y le otorga
al objeto un valor que, sin su intervención, perdería su encanto. Por ello,
por debajo del deseo hacia el objeto, se encuentra el deseo de ser el otro,
de portarse y sentirse como él."

¿será? bueno, habría qué preguntarse por qué desea el primero, la primera persona. digo, en algún punto tiene qué empezar esta cadena de deseos y envidias envidiosas.

el ser humano es un animal muy feo y mamón casi todo el tiempo, la verdad. lo digo también por las cosas que le preocupan, las cosas que se plantea.


equis... claro que yo no me salvo :D

4 comentarios:

No soy yo, eres tú dijo...

esto memso ya lo planteaba Platón con la santa trimidad del objeto amado!

Un amante desea a un Objeto amado, este Objeto deseado es asu vez un amante de otro, y asi sucesivamente.

O fue aristóteles? u otro filosofo??

ashh hace tanto, pero tanto que lleve filosofía en la prepa! aunque en aras de la verdad, esto lo vimos en literatura con Josue! y por eso los nombres se me borran y solo recuerdolo hablado!

RoJa dijo...

Nena, tanto pedo de los objetos para desembocar en esa triste palabra que se titula "envidia"... Soy la que busca y desea el objeto, y hay quien desea mi objeto, el punto importante es que yo empecé la cadena. Los demás que coman monda!

Carmen Sa dijo...

Sí, fíjate qe sí, Pucha, esto se parece algo a lo de Platón. Aunqe aquí no se nota, el autor de esto menciona después, de refilón, al sujeto. Besos, nena, mi oscuro oscuro objeto del deseo. Muack

Nenita
"el punto importante es que yo empecé la cadena. Los demás que coman monda!" Te la rifas!
Gracias, por ser el contraejemplo. Besos de esos a ti también.

Omar Bravo dijo...

pero quien es esa otra entidad que con sus deseos de las cosas y los seres configura y predispone el mio propio? o sere yo acaso el que prefigura el deseo del otro (que desea a su vez lo que yo deseo, que yo deseo por la intervencion del otro, un tercero, un cuarto, un ad infinitum)? o sere acaso yo el deseado, o sera el otro?

Es como un diagrama de Ven, multiples circulos intercectandose infinitamente, concatenandose,tocandose ya incluso de una forma imposible de consignar y/o explicar geometricamente, por decir...

quiza ayudari aqui, un poco, algo de calculo diferencial, integral, o quien sabe...

Besos Carmelita con Botas, donde andes...