martes, 18 de agosto de 2009

Michel Foucault

Más de uno, como yo sin duda, escriben para perder el rostro. No me pregunten quién soy, ni me pidan que permanezca invariable: es una moral de estado civil la que rige nuestra documentación. Que se nos deje en paz cuando se trata de escribir.

1 comentario:

Sandokán dijo...

La máscara de la palabras que nos (de)construyen.