domingo, 23 de agosto de 2009

durero era otro obsesionado con el autoretrato, con el self-fashioning tan renacentista, pero también tan actual. su obsesión es similar a esto de ahora, esto de crearse un look, una imagen, o una protesis cibernética (o quirúrgica, o cosmética) a la medida no tanto de lo que eres sino de lo que quisieras ser, hecha ya de palabras ya de imágenes, ya de gustos declarados, ya de colores, de ropa.
y hay que ver cómo tanto antes como ahora el sujeto distaba de ser unitario. es un mito creer que el renacimiento pensaba en la unidad del sujeto, en esto de ser-de-una-sola-pieza. mera retórica, porque en los discursos del autoretrato se percibía un dibujarse a través de las máscaras, de distintos ropajes y actitudes dependiendo de la ocasión y de la intención, de lo que necesitabas legitimar al dibujarte de tal o cual manera.

a veces durero daba a su imagen un significado de rectitud moral, como en esa pintura de arriba en que trae el cardo en las manos, el símbolo del sufrimiento de cristo; o ambiguo, entre terrenal y recto, como en este siguiente, donde de modo casi soberbio posa a la manera de un pantocrator, altivo, mirando de frente, en ropa invernal, nordica, y más aristócrata que la que trae en el de arriba. en el último, su imagen es esmerada, elegante, muy a la manera italiana. así como él, muchos pintores y escritores practicaron el narcicismo, el autoretrato, la autoimagen pero del modo más proteico, siendo muchos y uno. lo que sí es innegable, es el comienzo de la idea del individuo, de la exploración de las perspectivas, de ver o intentar ver el mundo a través de la experiencia única de una sola persona.

2 comentarios:

RoJa dijo...

También odio las mayusculas... Por otro lado, ¿Qué debemos pensar del autoretrato? me acordé del Greco, de Goya, de Van Gogh y de Velázquez... ¿Objetivo? ¿Será el mismo que el de las nenas que estaban tomándose fotos en la parada del camión?


besos de esos nena, me ha gustado.

MoonInTheWar dijo...

es qe se entiende de durero porqe era bien freacking guapo, oh sí