la insoportable levedad

edipo se sacó los ojos por no haber visto, por no haber podido ver que el hombre que asesinó era su padre, que la mujer con la que se casó era su madre.

en sentido estricto nadie se culparía, se catigaría por no haber visto aquello que el destino, u otros, le ocultaron y que desencadenó tragedias. pero, dentro de cierta lógica, ¿cómo vivir con las consecuencias de la ignorancia, de la ceguera, del descuido?

los alemanes también... en un sentido figurado se sacaron los ojos por las atrocidades que el gobierno nazi perpetró contra los judíos. los campos de concentración estaban ahí, entre ciudad y ciudad. nadie sabía lo que allí se cometía. era un secreto bien guardado entre los altos mandos y los verdugos.

los alemanes se sienten culpables aún por la ceguera de sus antepasados.

uno de los directivos de mattel en china se suicidó porque se supo que ciertos productos de la compañía resultaron contaminados por plomo. no sé si la deshonra de que se hicieran públicos sus errores o el remordimiento lo llevaron a optar por autosacrificarse.

ahora: ¿un accidente? hay accidentes que se previenen, que se preveen.


que nadie aquí quiera aceptar las culpas, nunca nunca, que nadie sienta que pierde la dignidad por haber provocado tanto dolor a los demás, es el colmo de la desvergüenza.